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Una obra maestra de pura locura


'Como un paraíso de locos'de Fernando Arrabal es una novela admirable y originalisima cuyo protagonista inspira el amor desde que ganó el concurso de superdotados.
JUAN ARIAS / SUR

'Como un paraíso de locos' es un texto tan genial que tendría dificultades para ser publicado en nuestros días por uno de tantos editores conformistas. El propio punto argumental de la novela, el concurso de niños superdotados que ganó el personaje central y que lo incapacitó tanto para sentir deseo sexual como para anhelar la riqueza o la fama es un hallazgo narrativo de un gran novelista diferente a la mayoria de sus colegas. Con razón se ha presentado esta novela ùnica como un hecho autobiográfico. Es perfectamente verosimil este personaje que sufre una suerte de autismo filosófico y que tiene como antecedentes literarios más próximos a 'El idiota', de Dostoyevski, a todos los protagonistas de amuel Beckett, y al poeta Hölderlin, no sólo por su historia personal -por su reclusión en la casa de un carpintero tras el brote de locura- sino por su poesía.

El héroe de este libro vive en un palacete donde es visitado por tres personajes igualmente fascinantes. La Señora es viuda de un importante hombre de negocios y dirige desde la muerte del esposo la Sociedad de la que pretende hacer al superdotado Presidente de Honor a lo cual él se resiste con su pecular manera. Ella es especialista del paraiso terrenal y pasa de la cincuentena. Como los otros dos persoanjes ella también está enamorada de él y pasa el tiempo a su alrededor en una especie de danza amorosa sorprendente y deslumbradora. Su hija, Lilibeth es una muchacha encantadora (y tremendamente lividinosa) de quince años que posee un saber enciclopédico y unos profundos conocimientos de astrofísica que quiere poner al servicio del proyecto de una ciencia que describa la totalidad del Universo. Finalmente, está el General, que, además de haber llegado a escalar un día ese puesto en el escalafón de las Fuerzas Armadas, es historiador, homosexual, latinista, artista y administrador de la Señora.

A esos tres personajes inolvidables del universo de la realidad , se añaden otros dos que pertenecen a la virtualidad de forma fascinante: Cero e Infinito. Son dos amigos imaginarios que el personaje tiene desde la niñez y que a menudo llegan a la riña en sus profundas y divertidisimas discusiones teóricas. Son asimismo los que le proponen al protagonista los juegos y las imágenes que ilustran el libro, elemento este de carácter extraliterario que no sorprenderá a quien conoce la obra gigantesca de Fernando Arrabal. Todos ellos, viven en la novela manteniendo unas relaciones prodigiosas, que son como el apoteosis positivo y lúdico de las relaciones que mantenían los personajes kafkianos en 'El castillo'. De este modo, el autor nos presenta el ámbito rico y profundo en el que se desarrolla la vida del superdotado como el paraíso del título del libro.

'Como un paraíso de locos' es una obra maestra desde su planteamiento. Arrabal con su ùltimo libro merece de ese premio nobel del que a menudo es finalista.