lundi

Dos libros excepcionales de Fernando Arrabal


EL PAIS a 10 de julio de 2007
Fernando Arrabal con sus dos últimos libros.Foto:DAVID CASTRO

Arrabal es un artista y no un loco
El escritor Fernando Arrabal publica dos libros la novela 'Como un paraíso de locos' y el « Diccionario pánico »


Su Teatro completo ocupa más de 4.000 páginas, repartidas en dos volúmenes. Sus ensayos, poemarios y diccionarios suman centenares de libros. Fernando Arrabal (Melilla, 1932) es uno de los escritores más sorprendentes de su tiempo. Un genio según la crítica internacional.
"He luchado mas que por la concisión, por la exactitud". Bajo el sol de mediodía, vestido de negro con una pajarita sin anudar, habla brillantemente de su infancia, de Hölderlin, de física cuántica y de su nueva novela, Como un paraíso de locos (Bruguera). Y de otro libro que tiene de estreno, Diccionario Pánico (Libros del Innombrable). "Son mellizos, no gemelos porque no son iguales , no vienen del mismo huevo". En España cuenta miles de admiradores ; luego vienen "los extranjeros, los goliats y los liliputienses". Este verano tiene preparado un "cónclave" con Houellebecq y Kundera en Burgos, cerca del lugar donde desapareció su padre durante la guerra. Un poeta leñador ha encontrado con su motosierra un "pino roble".
Pregunta. ¿Por qué piensa que tiene tantos seguidores aquí?
Respuesta. No quiero caer en la demagogia victimista habitual. El antiguo régimen prohibió toda mi obra, aunque yo he sido el menos político. Siempre he estado desconectado de todos los partidos políticos. Cuando llegué a París, estuve en contacto con el grupo surrealista, no con gente política. Aún así, no creo que haya la menor traza de surrealismo en mi obra. Hablo más de ajedrez, de matemáticas o de biología molecular.
P. En la novela dice que quiere hilvanar la biología con la filosofía, la generosidad con la ciencia...
R. Lo que prima es la generosidad. Ahora los premios, como dicen los franceses, se me caen de la nariz. Me llueven. Logicamente a los treinta años escribía exactamente lo mismo y no recibía ninguno. Los acepto sin problemas, pero el único que me interesaría sería llegar a ser un santo pagano. Me aseguran que sólo me quedan dos o tres por ganar. La buena acogida del público en general y la mala de algunos colegas y críticos, creo que se debe a los dos o tres cascabeles que me quedan por recibir. Afirman que soy un autor culto. No sé lo que quieren decir. Más daño que bien me haría recibir ciertos galardones por la indigestión y la impaciencia que produciría entre los que me siguen.
P. El narrador se dirige al "amado lector". ¿Adora usted a sus lectores?
R. El narrador de mi novela conversa con sus miles de corresponsales. Gente que imagina escribiéndole. Yo contesto a la mayoría de las cartas. Recibo también fascinantes faxes y emilios por centenares. Muchas de mis escritos se los debo a ellos. Cómo no llamarles queridos y adorados. Son tan importantes en mi vida...
P. ¿Comparte con el protagonista de esta historia el placer de sentirse distinto a los demás?
R. Yo, como él, siempre he intentado ser como los demás. Desde que gané el concurso de superdotados a los 10 años. Tratar de provocar es una estupidez. Como lo sería el afirmar 'voy a ligar con esa joven' o ‘voy a ganar a la lotería’.
P. El personaje de la novela también es superdotado. ¿Qué les diferencia?
R. Yo soy artista y no estoy loco. El concurso que gané era una tentativa del antiguo régimen por crear el superhombre. Más proximo al ideario nazi que al de Nietszche. Mis amigos Louis Bourgeois o Milan Kundera no lo hubieran ganado. Fue un concurso bastante tosco. A los que me dieron este título los consideré como aliados de los que condenaron a muerte a mi padre. Yo era superdotado para estas personas despreciables; menudo trofeo..
P. ¿Cómo le afectó?
R. Me dijeron que me dedicara a las matemáticas y lo rechacé. Al final, llegué a ellas a los 22 años, un poco tarde. Lo que ha marcado mi obra ha sido la desaparición de mi padre. Es como la instalación de la mecánica cuántica en vida: la ambigüedad, el principio de la indeterminación. Esta teoría física se presentó a mí celebrando ya la ceremonia de la confusión. . ¿Cómo pudo desaparecer mi padre? La Pasionaria, que no era una dechado de perspicacia , me dijo en el año 1974 en Moscú que Franco le había eliminado con un tiro en la nuca.